Los pasajeros musulmanes de un autobús que recorría el trayecto entre la capital de Kenia y la ciudad septentrional de Mandera impidieron este lunes que los fieles cristianos fueran asesinados en un ataque llevado a cabo por un grupo de hombres armados. El asalto, atribuido a la milicia de Al-Shabab, tuvo lugar cerca de la frontera con Somalia.

Los pasajeros musulmanes de un autobús que recorría el trayecto entre la capital de Kenia y la ciudad septentrional de Mandera impidieron este lunes que los fieles cristianos fueran asesinados en un ataque llevado a cabo por un grupo de hombres armados. El asalto, atribuido a la milicia de Al-Shabab, tuvo lugar sobre las siete de la mañana entre las poblaciones de Kotulo y El Wak, cerca de la frontera con Somalia.

Según varios testigos presenciales, el pasaje islámico distribuyó sus ropas entre los compañeros de viaje de otras confesiones para evitar que fueran identificados por la vestimenta.

Una vez detenido el vehículo, los viajeros musulmanes fueron conminados a identificarse por los asaltantes, pero varios de ellos se negaron a obedecer y dijeron que deberían acabar con todos o dejarlos marchar libremente.

“Se negaron a separase de los no musulmanes y dijeron a los atacantes que mataran a todos los pasajeros o se marcharan. Algunos locales resultaron heridos intentando proteger a los no musulmanes”, relató el gobernador de Mandera, Ali Roba, en declaraciones al periódico Nation.

El ataque acabó con la vida de dos personas y otras tres resultaron heridas, aunque el balance podría haber sido mucho peor.

Uno de los supervivientes, que tuvo que ser ingresado en el hospital, explicó a la prensa local que los terroristas decidieron huir cuando escucharon el motor de un camión, al que confundieron con un vehículo de las fuerzas de seguridad.

Fuente: http://www.zenit.org/