La Junta de Religiosas y Religiosos de Argentina, queremos estar al lado de nuestras hermanas y hermanos que luchan, claman y reclaman por una vida más justa, y vivible para todos y todas.

La Junta de Religiosas y Religiosos de Argentina, queremos estar al lado de nuestras hermanas y hermanos que luchan, claman y reclaman por una vida más justa, y vivible para todos y todas.

Nos unimos y nos hacemos eco al clamor del Pueblo de La Rioja, de un modo especial a los pobladores de la localidad de Angulos, del Departamento Famatina, junto a su Pastor y hermano nuestro, Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo, ante los graves incidentes ocurridos en estos días.

Lamentablemente se repiten HOY con vecinos del pueblo de Jachal e Iglesias (San Juan) que “se encontraban realizando un bloqueo a la empresa Barrick Gold, la misma que hace pocos días contaminó con un millón de litros de agua con cianuro el río del cual beben agua estos y otros pueblos circundantes a la mina Veladero”.

Repudiamos toda violencia, atropello, represión, y falta de diálogo. El Papa Francisco nos advierte: “Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente. Así se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas.”(Laudato Sí nº 56) “hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, las diversas formas de violencia y maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques a la naturaleza”. .”(Laudato Sí Nº 66)

Hacemos nuestro este clamor unido a la Oración por nuestra tierra Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.

Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.

Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. En camino donde la vida reclama…

Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.

Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra.

Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.

Gracias porque estás con nosotros todos los días.

Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

Francisco