Los Misioneros de la Consolata dicen presente, con un stand de animación misionera, en el Congreso Eucarístico Nacional Argentina 2016

¿Qué es un Congreso Eucarístico?

Es un momento de gracia, donde celebramos la fe en torno a Jesús Eucaristía. La Iglesia como Pueblo de Dios celebra a Jesús Eucaristía desde hace veinte siglos, en sus templos, y de un modo más manifiesto, en las plazas y calles de nuestras ciudades, para gozo de las multitudes creyentes y para sostén de su esperanza en el diario caminar de la vida.
Una de esas circunstancias en un Congreso Eucarístico. En esta ocasión es muy significativo para la Argentina porque celebraremos el bicentenario de nuestra Independencia declarada en Tucumán, junto a una Iglesia viva y presente, comprometida con la historia de la Patria.

¿Quién convoca un Congreso Eucarístico?

Lo convoca Jesús por medio de los pastores. En esta oportunidad, a través de la Conferencia Episcopal Argentina. Para tratar el tema “Jesucristo, Pan de Vida y Comunión para nuestro Pueblo”, y bajo el lema “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”.

¿Quiénes participan?

Todos estamos convocados, aun aquellos que están alejados y que no conocen todavía a Jesús, a compartir la fe recibida y el milagro de la presencia de Dios en la Eucaristía.

¿Cuál es el fin?

Una expresión de fe y un llamado a la misión: Reconocer a Jesús en la Eucaristía, para adorarlo, celebrarlo y renovar nuestro compromiso de anunciarlo y testimoniarlo, en el hoy de nuestra Patria, de manera personal y comunitaria. Su sentido más profundo es glorificar a Cristo.

La fuerza que brota de la Eucaristía nos invita a:

Reconocer al hermano como “alguien que me pertenece”, para saber compartir sus alegrías, sufrimientos, intuir sus deseos y ofrecerle una verdadera y profunda amistad.

Ver al hermano como un don de Dios para mí.

Acercarnos al hermano que está lejos, que no aceptamos o con el que estamos peleados.
Salir a buscar al hermano que necesita una mano amiga que lo levante de su postración
Ofrecerle el pan del consuelo, la esperanza y la dignidad.

Comprometernos a transformar las estructuras de la sociedad argentina desde dentro con la fuerza del Evangelio, como misioneros y testigos valientes del Reino al estilo de las primeras comunidades cristianas.